Los planes para la ampliación de banquetas y la construcción de corredores verdes en Monterrey, que habían sido iniciados durante la administración del exalcalde Luis Donaldo Colosio, han quedado en pausa a partir de ayer. Adrián de la Garza, quien asumió el cargo de alcalde el 30 de septiembre, anunció que ha tomado la decisión de suspender estos proyectos para evaluar su viabilidad antes de continuar. Esta medida surge como respuesta a las preocupaciones sobre el impacto que estas obras podrían tener en el tráfico de la ciudad.
Aunque Adrián de la Garza subrayó que no se opone a la ampliación de banquetas —un enfoque que él mismo promovió en sus administraciones anteriores—, enfatizó la importancia de realizar un análisis exhaustivo sobre las repercusiones que podrían acarrear las iniciativas que habían quedado pendientes. Su objetivo es garantizar que cualquier cambio en la infraestructura vial no afecte negativamente la circulación vehicular en Monterrey.
La administración de Adrián de la Garza ha estado en contacto con la Secretaría de Desarrollo Urbano y el área de Vialidad para llevar a cabo esta evaluación. “Sostuve una reunión con estos organismos para revisar lo que se venía haciendo”, declaró el alcalde tras concluir la sesión del Cabildo. Durante esta reunión, se acordó suspender el plan de reducción de calles hasta que se complete un estudio detallado de cada proyecto y sus implicaciones.
Adrián de la Garza Analiza Proyectos Urbanos
En sus declaraciones, Adrián de la Garza dejó claro que su postura no es una oposición a las ampliaciones de banquetas. “En mis administraciones pasadas ampliamos banquetas sin que hubiera un trastorno en la vialidad”, mencionó, defendiendo su historial en la mejora de la infraestructura urbana. Esta afirmación destaca su compromiso con la planificación urbana, que busca equilibrar la seguridad de los peatones con la fluidez del tráfico vehicular.
Durante su gestión anterior, que abarcó desde 2015 hasta 2018 y nuevamente desde 2018 hasta 2021, De la Garza impulsó varios proyectos de ampliación de banquetas que lograron su objetivo sin generar caos en el tráfico. Por ello, su enfoque en este nuevo análisis sugiere un intento de evitar los problemas que otras iniciativas similares habían causado en la ciudad.
Por su parte, Colosio, quien ahora se desempeña como senador, implementó un ambicioso programa de rehabilitación de calles, ampliación de banquetas y la creación de corredores verdes y ciclovías, especialmente en el centro de Monterrey. Estos esfuerzos fueron parte de una estrategia más amplia para transformar la infraestructura urbana de la ciudad y fomentar un ambiente más amigable para los peatones y ciclistas.
El legado de la administración de Colosio incluye la preparación de la extensión de más banquetas, lo cual es evidente por las balizas amarillas que han comenzado a marcar la reducción de espacios en las calles. Sin embargo, a pesar de las intenciones de mejorar la seguridad peatonal, las nuevas banquetas han generado un descontento considerable entre los residentes, comerciantes y automovilistas de la zona.
Inconformidad Ciudadana
La ampliación de banquetas ha desatado una serie de críticas, con muchos ciudadanos argumentando que las obras han exacerbado los problemas de tráfico y eliminado valiosos espacios de estacionamiento. A pesar de que estas banquetas están diseñadas para mejorar la seguridad de los peatones y reducir la velocidad de los vehículos, el impacto negativo en la circulación ha llevado a muchos a cuestionar la efectividad de tales proyectos. Algunos residentes han señalado que muchas de las banquetas ampliadas casi no presentan flujo de peatones, lo que plantea dudas sobre la necesidad de su existencia.
La situación se vuelve aún más compleja considerando que el tráfico en Monterrey es un problema crónico. Las quejas de los ciudadanos reflejan una preocupación generalizada sobre la falta de espacios adecuados para estacionar y la congestión que las obras han traído consigo. Esto ha llevado a De la Garza a considerar otras medidas que podrían aliviar la presión sobre el sistema de transporte de la ciudad.