A partir del 1 de octubre, el equipo de Adrián de la Garza, alcalde electo de Monterrey, comenzará con la ejecución de un plan ambicioso para retirar un millón de metros de cableado en desuso de las calles de la ciudad durante los próximos tres años. Esta medida, que busca reducir la contaminación visual y prevenir accidentes relacionados con el deterioro de las infraestructuras, se llevará a cabo en colaboración con empresas de telecomunicaciones, y será uno de los primeros pasos en la administración de De la Garza para transformar la imagen urbana de Monterrey.
El cableado en desuso ha sido un problema persistente en diversas zonas de la ciudad, y a pesar de los esfuerzos previos, aún quedan muchos metros de cableado que representan un riesgo tanto estético como de seguridad. Durante la gestión del alcalde emecista Luis Donaldo Colosio, se retiraron 2 millones de metros de cables en desuso en más de 350 colonias y calles del Centro. Ahora, con este nuevo plan, De la Garza busca continuar con esa labor, pero de manera más rápida y eficiente.
Colaboración con empresas y operativos semanales
El plan de Adrián de la Garza no se ejecutará de manera aislada. Desde su equipo de transición, se ha establecido una mesa de trabajo permanente entre el gobierno municipal y representantes de las principales empresas de telecomunicaciones, incluyendo proveedores de televisión de paga, telefonía e internet. El objetivo de estas mesas es coordinar el retiro de los cables de manera efectiva y evitar problemas que puedan surgir durante el proceso.
Marcelo Segovia Páez, coordinador del eje de Servicios Públicos e Infraestructura del equipo de Adrián De la Garza, fue el encargado de anunciar los detalles del plan. Segovia explicó que la instrucción del alcalde electo es clara: retirar al menos un millón de metros de cables en los próximos tres años, y hacerlo en colaboración con las empresas que gestionan esos cables. Además, mencionó que el retiro no solo será responsabilidad del gobierno, sino que se buscará la participación activa de las empresas en caso de accidentes relacionados con el cableado, lo que incluye intervenciones conjuntas con áreas de Tránsito y Servicios Públicos municipales.
Un aspecto clave del plan es la implementación de operativos semanales durante los primeros 100 días de la administración de De la Garza. Estos operativos estarán destinados a agilizar el proceso de retiro del cableado, priorizando las zonas más afectadas y con mayor riesgo de accidentes. De esta manera, el gobierno busca garantizar que los resultados sean visibles en un corto plazo, lo que además contribuirá a mejorar la percepción pública sobre la gestión de De la Garza.
Un problema persistente que requiere soluciones: Adrián
El problema del cableado en desuso no es nuevo para Monterrey. Durante años, las autoridades han enfrentado dificultades para regularizar la situación y asegurarse de que las empresas responsables retiren los cables que ya no están en uso. A pesar de la legislación estatal que obliga a las empresas de telecomunicaciones a mantener el orden en sus instalaciones y retirar el cableado obsoleto, los municipios han fallado en implementar estas normativas de manera efectiva, lo que ha llevado a que muchas calles de la ciudad continúen llenas de cables colgantes que no cumplen ninguna función.
En este contexto, la propuesta de Adrián de la Garza de abordar de manera directa y coordinada este problema es vista como una medida positiva por parte de diversos sectores. Sin embargo, también existen dudas sobre si el objetivo de retirar un millón de metros de cables será alcanzable en el plazo propuesto de tres años. Las experiencias pasadas han demostrado que, aunque los esfuerzos iniciales pueden ser efectivos, la falta de continuidad y coordinación entre los distintos actores involucrados puede frenar los avances.
Otro aspecto que preocupa a los ciudadanos es el riesgo de accidentes relacionados con los cables en desuso. El 18 de agosto, un reportaje publicado por el periódico El Norte señalaba que, a más de un año de la entrada en vigor de la legislación que obliga a retirar el cableado en desuso, aún no se han implementado las medidas necesarias para solucionar el problema. Esto ha generado un ambiente de riesgo constante, donde los cables mal instalados o en deterioro pueden provocar accidentes graves, tanto para los peatones como para los conductores.
El impacto visual y de seguridad de los cables
Además del riesgo de accidentes, los cables en desuso generan una significativa contaminación visual en la ciudad. Las calles de Monterrey, especialmente en áreas céntricas y comerciales, están plagadas de cables colgando entre postes y fachadas, lo que afecta la imagen urbana y dificulta los esfuerzos por hacer de Monterrey una ciudad más moderna y ordenada. La acumulación de estos cables también ha sido un obstáculo para los proyectos de renovación urbana, ya que la presencia de cableado en mal estado o sin uso complica la planificación de obras públicas y mejoras en la infraestructura.
La limpieza visual de la ciudad es un aspecto que ha cobrado cada vez más relevancia en las políticas urbanas. En este sentido, el plan de De la Garza busca mejorar la estética de Monterrey y hacerla más atractiva para los habitantes y visitantes. Las primeras acciones estarán enfocadas en las principales avenidas y zonas comerciales, donde el impacto visual de los cables en desuso es más notorio.