Mientras Nuevo León amanece con la asfixiante realidad de una calidad del aire “extremadamente mala”, el gobierno de Samuel García presenta un plan ambiental que omite la principal fuente de contaminación: la Refinería de Pemex en Cadereyta. A pesar de que 8 de las 15 estaciones de monitoreo ambiental registraron niveles alarmantes de contaminantes, la refinería, responsable del 93 por ciento de las emisiones de dióxido de azufre en la ciudad, no forma parte de las acciones del Plan Integral de Gestión de Calidad del Aire (Pigeca).
Conversaciones Inútiles Mientras Nuevo León se Asfixia
El Secretario de Medio Ambiente del Estado, Alfonso Martínez Muñoz, justifica la exclusión de la Refinería argumentando negociaciones en curso con Pemex. Sin embargo, la urgencia de la situación exige acciones inmediatas, y los neoleoneses no pueden esperar indefinidamente a que las conversaciones lleguen a una conclusión. Mientras tanto, la ciudadanía sufre las consecuencias de un aire irrespirable.
Plan Ambiental con Metas Vagas
El recién presentado Plan Integral de Gestión de Calidad del Aire parece más un intento de maquillar la realidad que una estrategia efectiva. Con objetivos difusos y ninguna mención a medidas concretas y verificables, la población se pregunta si estas propuestas son más que promesas vacías por parte de Samuel García. ¿Cómo se reducirán las emisiones hasta en un 77 por ciento en 10 años si las acciones propuestas no incluyen la principal fuente de contaminación?
Nuevo León no Puede Esperar Más
Mientras el gobierno de Samuel García presenta su fallido plan, Nuevo León enfrenta otra jornada con niveles extremos de contaminación. Ocho de las 15 estaciones de monitoreo ambiental reportan una calidad del aire “extremadamente mala”. La estación de Apodaca registra niveles preocupantes de PM2.5, el contaminante más dañino, y otras estaciones como San Nicolás, Guadalupe, Juárez, Monterrey, Pesquería y Escobedo también se encuentran en niveles críticos. La población no solo exige un plan efectivo, sino medidas urgentes para contrarrestar la asfixiante realidad que enfrenta día tras día.
La calidad del aire no puede seguir deteriorándose mientras las autoridades dilatan decisiones cruciales. La ciudadanía exige respuestas inmediatas y medidas contundentes para revertir esta situación insostenible.