En Monterrey, la defensa de los espacios naturales no se limita a discursos oficiales, sino que se vive directamente en sus riberas y senderos. El Río La Silla, uno de los pulmones más emblemáticos de la ciudad, fue escenario de una jornada de recuperación ambiental en la que más de 300 personas entre estudiantes, vecinos y autoridades se unieron con un mismo objetivo: rescatar este entorno urbano.
Emprenden Monterrey Y UANL Acciones Ambientales En Río La Silla
La actividad no se limitó a levantar basura. Durante todo un día, cuadrillas de voluntarios retiraron residuos, detectaron especies invasoras y escucharon charlas de educación ambiental. El resultado tangible fue el retiro de 4.5 toneladas de desechos, pero lo simbólico resultó aún más relevante: la certeza de que los espacios verdes pueden recuperarse si existe participación activa.
El alcalde Adrián de la Garza recordó que estas acciones están alineadas con el Plan Municipal de Desarrollo, particularmente con el pilar Monterrey Sostenible. Dijo que las jornadas no solo atienden problemas inmediatos, como los tiraderos clandestinos, sino que son una apuesta por un futuro más equilibrado en medio de los desafíos del cambio climático.
Voluntariado Como Motor De Cambio
Quienes participaron en la jornada coincidieron en que la experiencia fue un ejercicio de corresponsabilidad. Familias enteras se sumaron para limpiar, mientras estudiantes de la UANL aportaron entusiasmo y energía en cada tarea.
El secretario de Desarrollo Urbano Sostenible, Fernando Gutiérrez Moreno, explicó que este tipo de dinámicas permiten que la teoría aprendida en las aulas se combine con la práctica. “Los jóvenes comprueban con sus propios ojos la condición de estos espacios y cómo su esfuerzo cambia realidades”, señaló.
Acciones Ambientales Para Recuperar Espacios Verdes
El Río La Silla, además de ser un área natural protegida, es también un punto de encuentro para colonias aledañas. Al limpiar sus márgenes y retirar especies invasoras, se recupera no solo un ecosistema, sino también un espacio de convivencia comunitaria. Vecinos destacaron que, con estas jornadas, los parques y áreas verdes vuelven a sentirse seguros y dignos.
Educación Ambiental Como Herramienta
Las pláticas impartidas durante la jornada abordaron temas como la biodiversidad, la gestión de residuos y la restauración ecológica. No se trató únicamente de transmitir información técnica, sino de reforzar una cultura de responsabilidad entre las nuevas generaciones. De esta forma, el aprendizaje se integró con la experiencia vivida en el terreno.
Compromiso A Largo Plazo
El municipio y la universidad confirmaron que estas actividades forman parte de un programa permanente. No es una acción aislada, sino una serie de esfuerzos que buscan mantener y ampliar la cobertura vegetal en la ciudad. Para las autoridades, lo importante es crear hábitos de participación y consolidar una red ciudadana de cuidado ambiental.
Monterrey Y UANL Con Historia De Colaboración Ambiental
La alianza entre Monterrey y la UANL no es nueva. En marzo de 2025 ambas instituciones organizaron la Feria Ambiental en el Parque Lago, en el marco del Día Internacional de Acción por los Ríos.
En aquella ocasión, más de 300 niños y jóvenes participaron en talleres, dinámicas y actividades de reforestación. El evento incluyó además la presentación de un diagnóstico ambiental del parque, lo que permitió definir acciones específicas para su conservación.
Una Estrategia Que Trasciende Eventos
Desde 2017, la universidad y el municipio han trabajado en conjunto en proyectos de restauración ambiental. La Feria Ambiental y la jornada en el Río La Silla son parte de esa línea de continuidad que busca transformar el modelo urbano de Monterrey hacia uno más sostenible.
Ambas instancias coinciden en que el reto es enorme: contaminación, presión inmobiliaria y pérdida de áreas verdes. Sin embargo, cada actividad suma a un mismo objetivo: equilibrar el desarrollo urbano con la protección de los recursos naturales.
Comunidad, Academia Y Gobierno En Una Misma Dirección
El mensaje que dejó la jornada en el Río La Silla es claro: ninguna institución puede sola. La suma de voluntarios, vecinos, estudiantes y autoridades mostró que la sostenibilidad se construye en conjunto.
El compromiso ahora es dar seguimiento. Para que Monterrey avance hacia una ciudad resiliente, se requieren políticas públicas, financiamiento y, sobre todo, continuidad. La participación ciudadana, fortalecida con el respaldo académico de la UANL, es la base de un modelo que ya empieza a dar resultados visibles.
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